La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
En el 99 Venezuela pasó por una de sus
peores tragedias. El país quedo dolido tras un hecho de gran magnitud que jamás
habíamos incluido en nuestra historia, donde la madre naturaleza nos dio una
mala jugada y arrasó con toda una ciudad dejando muertos, heridos y un país
deprimido. Después de esto hemos vivido otras crisis producidas por la madre
naturaleza y por el hombre, pero ninguna tan grande como la tragedia de Vargas,
hasta la semana pasada.
El Complejo Refinador de Amuay pertenece
a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y es una instalación
destinada a la refinación de petróleo. Se encuentra ubicada en la costa
occidental de la península de Paraguaná en el estado Falcón y es una de las
cinco más grandes del mundo. En 1997 se unió a la Refinería Cardón y a la
Refinería Bajo Grande creando el Centro de Refinación de Paraguaná.
La noche del 25 de agosto de 2012 esta
refinería sufrió una explosión y desato números incendios. Aún se desconoce de
manera oficial lo que ocasionó esta tragedia, pero trabajadores del lugar y
personas que vivían a los alrededores explican que hace unos días se presentó
una fuga de gas dentro de la refinería.
A diferencia de la tragedia de Vargas,
entre las hipótesis que se manejan, lo ocurrido en Amuay fue producido por el
hombre debido a que no se le daba el mantenimiento adecuado y a tiempo a la
refinería como lo expresa la Memoria y Cuenta expuesta por el ministro Ramírez
en el 2011.
Se han escuchado rumores de que lo
ocurrido en Amuay fue un acto de terrorismo, supongamos que sea cierto y
dejemos a un lado el hecho de que personas olieron gas desde días antes, lo que
encontramos entonces es una refinería sin seguridad y causa mayor preocupación
observar que si a esta la pudieron atacar fácilmente puede ocurrir con
cualquiera de las otras.
Después de esta tragedia es casi
imposible que la producción de barriles del país no se vea afectada y también
los ingresos productos de las ventas. Según expertos el poner en funcionamiento
a Amuay nuevamente tomará mínimo una semana y esta es una refinería que
suministra 630.000 bpd.
El ex gerente general de la Refinería Amuay explica “todos aquellos que han
estado en Paraguaná saben que el viento sopla muy fuerte. En esta época del año
el viento se detiene. El gas que se
utiliza en la refinería como combustible y para generar hidrógeno, contiene
metano en un 89%. El metano es más liviano que el aire. Y el gas también
contiene propano que es más pesado que el aire. A distancia es muy
difícil opinar. Pero si todavía hay
escape de gas y el viento está detenido, es muy prudente mandar a
desalojar la población circunvecina. El metano se va, pero el propano queda al
ras del suelo”.
La tragedia de Amuay no sólo nos afecta a
nosotros sino al mundo entero, porque nos encontramos en un momento clave para
la protección ambiental, y después de esta explosión se liberaron gases al
ambiente que contribuye a la destrucción de la capa de ozono y al calentamiento
global por el efecto invernadero.
Desde hace dos años los trabajadores de
la refinería vienen quejándose por la falta de mantenimiento. El mantenimiento
que se prometió para octubre del año pasado, se pospuso para febrero de este
año y en realidad nunca se realizó. Según Carlos Colina, secretario general del
gremio laboral de la refinería, el Complejo Refinador de Paraguaná no cumple
con las normativas de seguridad.
Venezuela es ahora un país conmovido por
una tragedia, no habíamos pasado por algo así desde la tragedia de Vargas y
deseo que no volvamos a pasar por esto. Se desconoce la cifra exacta de
fallecidos porque la dada a conocer por los medios oficiales no concuerda con
la cantidad de personas que vivían en los al rededores y algunas continúan
desaparecidas. No se puede ocultar estos actos erróneos cometidos por los
dirigentes donde no le prestan el mantenimiento adecuado a la refinería y
tampoco se puede dejar de lado el llamada de atención para evaluar todo el
sistema petroquímico en el país porque no se explica que una tragedia como esta
ocurra y menos que se repita. Es momento de evaluar la infraestructura y todo
el país porque la vida de los venezolanos continuará en riesgo si no se les da
el mantenimiento adecuado. La solución que podría plantearse es hacer una
auditoría seria e independiente para tomar los correctivos y así no vuelvan a
producirse accidentes similares.
Los quiere Joha
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