La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
Dentro de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y dentro de la Constitución Venezolana establece que cada
joven tiene el derecho y el deber de recibir una educación. Pero a pesar de
esto según cifras oficiales que da a conocer Antonio Ecarri, Presidente de la
Fundación Antonio Uslar Pietri, 4 millones de niños, niñas y jóvenes están
fuera del sistema escolar, y según los recientes resultados de la evaluación PISA
los jóvenes que si asisten tienen una educación deficiente, entonces ¿qué
quedará del futuro del país?
La prueba PISA (Programa para la
Evaluación Internacional de Alumnos) por sus siglas en ingles, es una prueba
internacional que se aplica en más de 70 países a nivel mundial y evalúa una
serie de características de los estudiantes de 15 años de edad. La finalidad de
esta es poder establecer una comparación entre el desempeño y las cualidades de
estudio de las personas de esa edad en distintas partes del mundo. La prueba
evalúa las competencias entre lenguas y ciencias, pero también evalúa 200 otras
características del estudiante, como es el contexto socio económico de la
persona, las características de la escuela en la que estudia, la situación
directiva de la escuela, entre otras.
La muestra que se tomó tanto en liceos
como en colegios privados de
Miranda arrojó que los niveles de enseñanza se encuentran por debajo de los
normales, siendo uno de los más bajos en América Latina. Un hecho que hace
reflexionar de cómo la educación se ha deteriorado en el país, ahora no es solo
las malas infraestructuras, las dificultades de acceso a la educación y la
necesidad de trabajar en vez de estudiar, sino que también las pocas personas
que logran saltar estas barreras reciben una educación deficiente.
La evaluación PISA solo fue aplicada en
el estado Miranda, debido a que en el año 2009 este estado expuso que deseaba
formar parte de la evaluación, y es el único estado que interviene más del 50%
de su presupuesto en educación, esto refleja que puede estar mejor que otros
estados y aún así tuvo bajos resultados ¿qué se evidenciará entonces en
aquellos donde el presupuesto de educación es sumamente bajo?, será mayor
deficiencia en la enseñanza que le brindan al futuro del país.
Juan Maragal, director de educación de
Miranda, explica que “lo que nosotros hicimos fue ubicar a Miranda en el marco
de educación mundial y estamos aquí posicionados y ahora vamos a trabajar para
movernos hacía una situación más favorable”.
El principal reto que expuso la prueba
PISA es que el nivel académico que tienen los estudiantes se ve reflejado en la
posición socio-económica de cada uno, entonces aquel joven con escasos recursos
que estudia para salir de esto, recibe una educación más deficiente y por lo
tanto tienes menos posibilidades de mejorar.
Según el docente Augeri se ha gastado un
dineral en la Misión Rivas pero se ha descuidado a los planteles educativos,
¿qué ganan dándole dinero a una idea que no ha funcionado a su totalidad y
olvidando la educación principal del ciudadano?, nada.
En el artículo anterior hablé de lo que
fue el informe del Cecodap sobre la situación de los derechos humanos de la
niñez y la adolescencia, que arrojó altas cifras de violencia que viven los jóvenes
hoy en día. Entonces si sumamos esta violencia más la no educación o una
educación deficiente ¿qué será del futuro del país? si decimos que son los
niños, niñas y adolescentes el futuro de mañana ¿por qué no esforzarnos en
darles la mejor educación y así obtener un mejor país? Lo ideal en este caso
sería que se aplicase la prueba PISA regularmente en cada estado de Venezuela y
así poder tomar medidas para la mejora de la educación, demostrando año tras
año, con la aplicación de la prueba, que se va teniendo una mejora y se van
formando ciudadanos que dejarán en alto al país.
Los quiere Joha