viernes, 15 de mayo de 2015

Dos informes: una realidad

La Expresión del Teenager


Johanna Villasmil
@johavillasmil

En días pasados dos organizaciones, una internacional y otra nacional, publicaron informes relacionados con la situación de los derechos humanos en Venezuela, desde el punto de vista de la salud y de la integridad física. Informes realmente preocupantes, especialmente para aquellas personas quienes nos dedicamos a la defensa de los derechos humanos.

El primer informe fue publicado a finales del mes de abril por la organización internacional Human Rights Watch (HRW), en el cual expertos en salud y en derechos humanos informaron sobre la grave crisis de salud por la que atraviesa el país. En el informe expertos señalan al gobierno nacional como el principal responsables de la situación actual.

Para elaborar el informe se realizaron visitas durante varios meses a entidades de salud en Caracas, en donde evidenciaron la falta de acceso a medicinas e insumos básicos. Tanto es así que HRW considera que la “crisis sanitaria en Venezuela se acerca a la de un país en guerra”, porque es ahí cuando se observa un deterioro tan veloz en el acceso a medicamentos esenciales.

De los 130 hospitales estudiados, 44% no cuentan con quirófanos operativos, mientras que por otro lado el 94% de los laboratorios tienen fallas en el funcionamiento o falta de reactivos. Así como también un 60% de los medicamentos catalogados por la Organización Mundial de la Salud como esenciales no están disponibles en las farmacias.

De acuerdo con el derecho internacional los gobiernos están en la obligación de asegurar que los medicamentos estén disponibles y sean accesibles para todos los ciudadanos, sin ningún tipo de discriminación, convirtiéndose ello en un derecho humano esencial.

El segundo informe fue publicado la semana pasada por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-UCAB) llamado “Que no quede rastro”. En él se acusa a entidades del Estado de ocultar pruebas de tortura y de violaciones al derecho a la integridad de venezolanos durante las manifestaciones y aprehensiones del 2014.

Para realizar el informe registraron testimonios de los afectados, quienes expusieron que los funcionaros los amenazaban con hacerles más daño o no prestarles ayuda médica si no se abstenías de declarar la verdad.

Por ello queda en evidencia que los funcionarios violaron las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos de Naciones Unidas, y el Conjunto de Principios para la protección de personas sometidas a prisión de Naciones Unidas y el Protocolo de Estambul.

De acuerdo con el CDH-UCAB las estrategias utilizadas por el Estado incluyeron: incomunicación de detenidos, traslado de lesionados a instituciones y hospitales militares, precisiones a víctimas, uso de la Defensa Pública para evitar denuncias, omisiones por parte de jueces durante las audiencias de presentación, la transformación de víctimas en victimarios, confusión entre examen médico forense y el reconocimiento médico en el lugar de detención, desaparición de evidencias y presiones a médicos.  

La salud es el principal pilar de la vida, y por lo tanto es el pilar de todos los derechos humanos. En los dos informes se ve lo que ocurre en el país desde un punto de vista internacional y nacional, lo que quiere decir que no se trata de intereses, sino de la vida de los ciudadanos. El derecho a la salud y a la integridad son esenciales para poder tener calidad de vida, y queda demostrado en los informes que el Estado Venezolano no se preocupa en otorgársela a sus ciudadanos. Es realmente triste observar la situación de los derechos humanos en el país, pero es aún más saber a pesar de todos los esfuerzos que realicemos, mientras el gobierno no se preocupe por sus ciudadanos, nada va a cambiar.


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