lunes, 23 de septiembre de 2013

Una perdida para los derechos de los venezolanos


La Expresión del Teenager


Johanna Villasmil
@johavillasmil
laexpresiondelteenager.blogspot.com

El pasado 10 de septiembre se hizo oficial la denuncia del Estado Venezolano a la Comisión Americana sobre Derechos Humanos, estableciendo la salida de la República de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, un organismo que se encarga de evaluar denuncias con relación a los derechos de los ciudadanos del continente y establecer penalizaciones a los Estados que hayan realizado las faltas, porque las entidades públicas son las únicas que violan derechos, el ciudadano común viola leyes. La salida de Venezuela de la Corte Interamericana de Derechos Humanos representa una perdida para cada uno de los venezolanos, si bien es cierto que no quedamos del todo desprotegidos ante violaciones a nuestros derechos, si quedamos sin un apoyo importante por parte de un defensor internacional.

Hace pocos días Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República, criticó a los defensores de los derechos humanos quienes han alertado sobre la desprotección de los venezolanos y los acusó de “mostrar desprecio hacia las instituciones del Estado, cuando éste es uno de los principales garantes del cumplimiento de la legalidad y los derechos de los ciudadanos”. La Fiscal tiene razón al decir que los venezolanos no están desprotegidos porque es cierto que las entidades públicas venezolanas son las que se encuentran para velar por los derechos de los ciudadanos, pero hay situaciones en las que estas pueden no trabajan de manera objetiva porque hay intereses de por medio, ahí es cuando se requiere una intervención imparcial que lo brinda un órgano internacional, que en este caso lo daba la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 

La Corte es un mecanismo al que podíamos recurrir después que todas las instancias nacionales se han agotado, después de dos o tres años presentando denuncias ante ministerios nacionales, ante el Tribunal Supremo de Justicia y ante otros organismos públicos. Es un mecanismo que podía durar años en darnos una respuesta debido a la gran demanda que tiene en el continente.

En el pasado se han realizado varias denuncias de venezolanos ante la Corte y muchas de ellas han resultado en sanciones al país. Uno de estos casos es la Masacre del Amparo, que después de haberse agotado las instancias nacionales, exigiendo justicia por los derechos de los pescadores acudieron a la Corte, esta falló a favor de los pescadores y estableció una indemnización para sus familiares, que hoy en día, 25 años después del hecho, no se ha terminado de pagar.

Uno de los valores que tenía la Corte en el país era el sentimiento de apoyo, de respaldo y de defensa, que traía para cada uno de los venezolanos. Todavía existen otros mecanismos a los que podemos recurrir en caso que las instancias nacionales se agoten, como la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo u otros organismos adscritos a tratados internacionales. Para los defensores de los derechos humanos ver que se vayan perdiendo los mecanismos para conseguir justicia es un hecho gravísimo, pero ver que una persona que lleva un cargo tan importante, como es la Fiscalía, te critique por preocuparte, es aún más grave porque demuestra la supuesta importancia que le dan a los derechos en el país.

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