sábado, 27 de abril de 2013

“Nadie puede arrebatarte tus derechos humanos”


La Expresión del Teenager

Johanna Villasmil

Después de las elecciones presidenciales del 14 de abril en el que resultó electo Nicolás Maduro, el ambiente del país tiene un aire de incertidumbre. Ninguno de los venezolanos a ciencia cierta sabemos lo que puede ocurrir mañana, cosa que siempre ha sido así, pero que ahora se vuelve algo preocupante porque estamos frente a dos futuros, uno que se apega a la constitución y otro que no, y al que nos estamos adentrando nos va a convertir en un país donde los derechos humanos universales, que nos pertenecen simplemente por el hecho de haber nacido, son violados a diestra y siniestra.

Desde que el CNE expresó los resultados de las elecciones, la Mesa de la Unidad Democrática ha solicitado que se realice una auditoria donde se contabilicen los votos en papel que fueron depositados en las cajas y que estos coincidan con las actas y los cuadernos de votación. Lo han solicitado debido a que ellos alegan que sus resultados no coincides con los expresados por el ente electoral.

Después de que ellos no reconocieran al Presidente Nicolás Maduro, el gobierno “radicalizo la revolución” y comenzó a desatar una oleada de violaciones a los derechos humanos universales en el país. Las violaciones a los derechos solo las pueden realizar los organismos y las personas que representen a entes públicos, porque un privado viola es leyes que el Estado crea para que se respeten estos derechos.

Una de las principales violaciones que hemos vivido en los últimos días fue cuando el Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabella, expresó en medio de la sesión del 16 de abril que “En esta Asamblea Nacional mientras yo sea presidente no tendrá derecho de palabra ningún diputado que no reconozca al compañero Nicolás Maduro.” Con esto está acallando la voz de millones de venezolanos quienes votaron por esos parlamentarios para que los representaran, porque no son los diputados de Capriles, son los de Venezuela. Después de ello el Presidente del Parlamento destituyó a los diputados opositores de las comisiones existentes. En este caso específico se están violando el derecho a la libertad de expresión, a la libertad de pensamiento y a la democracia.

A demás de esto, ha comenzado una persecución e instigación al odio o como la denomino Cesar Miguel Rondón “una cacería de brujas”, que consiste en que los empleados públicos que no sean seguidores del gobierno están muy propensos a perder sus puestos de trabajos. Es aquí cuando yo me pregunto ¿y el derecho a los trabajadores donde quedo? O mejor ¿la Ley Orgánica del Trabajo? aquellas normas que le importan “en lo absoluto” al Ministro de Vivienda, Ricardo Molina, quien a sus trabajadores que “políticamente están en la acera del frente”  les dice “que renuncien porque sino yo mismo los voy a botar”.

Otro de lo derechos humanos que fue violado en los últimos días, es el derecho a ninguna tortura. Los estudiantes que fueron privados de libertad por los Guardias Nacionales, después de las concentraciones que se llevaron a cabo en diversas ciudades del país, fueron obligados a cantar consignas y usar vestimentas de un fracción política, siendo esto una forma de tortura. Todos tienen derechos a expresar sus opiniones en público de manera pacífica.

Lo que hemos visto en los últimos días es una amenaza muy grave a la democracia y a la justicia como valor de la sociedad porque se está usado es para intentar gobernar, lo que demuestra que hay un falta de gobernabilidad en los altos cargos del país. Las violaciones a los derechos humanos que comento son una pequeña muestra de la realidad Venezolana, una muestra verdaderamente preocupante. Todos los casos de violaciones a los derechos que conozcas debes enviarlos a organizaciones no gubernamentales como Provea, que ellos se van a encargar de llevar esto a las instancias nacionales y al agotarse a las internacionales. Que si hay conteo, que no hay conteo, que vienen los cubanos, que los cubanos ya están acá, que nos botan del trabajo porque no votamos por ellos, que ya no tenemos miedo, que si salimos a la calle, que nos metemos a la casa, que le des a la cacerola, que lancen los cohetes… En fin, nuestro día a día nos está volviendo locos y aunque la locura llegue a su tope nunca se me va a olvidar que el Derecho Humano Universal número 30 dice “Nadie puede arrebatarte tus derechos humanos”.

Los quiere Joha

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