viernes, 19 de agosto de 2016

Hemos perdido nuestra identidad

La Expresión del Teenager 


El venezolano se ha caracterizado en la historia por ser una persona amable, simpática, colaboradora y más, características que nos hacen diferenciar de otras nacionalidades. Lo cierto es que estas características han cambiado en los últimos años, el odio se ha apoderado de nuestra vida, haciendo que no podamos convivir con nuestros compatriotas. Nuestro día a día se ha convertido en una situación de pelea y supervivencia del más fuerte. Si las cosas no salen a nuestro parecer la única solución que podemos encontrar es insultar y hasta lastimar a otros.

Nuestra identidad y características como venezolanos se ha visto afectada por muchos motivos; entre los que se encuentran la situación económica que nos impide tener cierta calidad de vida, la inseguridad que nos ha usurpado los pocos bienes materiales que hemos adquirido através de los años, la violencia que se ha llevado la vida de inocentes, las pocas oportunidades que nos impiden desarrollarnos profesionalmente, el miedo que se ha llevado nuestras ganas de luchar por los sueños y la ideología política que nos tornado en contra los unos a los otros.

­El historiador venezolanos Tomás Straka, explicó en un importante programa radial que “muchas de las cosas que los venezolanos creíamos que éramos o con las que nos identificamos por mucho tiempo, el día de hoy ya no parecen corresponder a nosotros… Nosotros estábamos convencidos que éramos el país más rico de América… pero después pasamos a los más pobres del vecindario. Nosotros sentíamos que éramos un país prototipo en términos de justicia social, pero nos encontramos con que somos mucho más racistas de lo que nos imaginábamos.” Puntos como estos lo que nos hace preguntarnos qué pasó con nuestra historia, será que todo lo que nos han contado de quienes somos es una mentira, y por eso es que hoy mostramos nuestro verdadero ser.

Lo que más me preocupa del cambio en nuestra actitud es el efecto que tendrá en los niños, quienes crecen teniendo como ejemplos a adultos malhumorados que insultan a todo aquel que se le cruza en la calle y quienes en vez de tomar acciones justas, buscas el método más corrupto para resolver sus problemas. La generación actual ha formado su identidad escuchando las historias de familiares y siguiendo sus ejemplos de lucha por Venezuela, en cambio la próxima generación se va a formar una identidad distinta, llena de odio.

Es triste observar que cuando salimos del país volvemos a ser los mismos venezolanos simpáticos y colaboradores, apoyando a nuestros compatriotas que también deciden emigrar. Es decir, que el odio solo lo llevamos en nuestro territorio, y es allí donde más nos deberíamos preocupar por crear un ambiente agradable.

Durante estos últimos años no todo ha sido malo, los momentos difíciles nos han enseñado a valorar las cosas pequeñas, apreciar la vida, agradecer cada plato de comida y aprovechar cada momento que compartimos con nuestros seres queridos. Esto no quiere decir que justifico las decisiones que ha tomado el Estado, por el contrario las critico porque tampoco su labor es de ser padre o madre para estarnos enseñando lecciones de vida.


No podemos permitir que una ideología dañe todo lo que hemos construido a lo largo de los años, incluyendo nuestras características como ciudadanos. Se que es muy difícil, pero debemos ser fuertes y tratar de afrontar estos momentos tan complicados con la mejor cara. Estamos criando a una sociedad que ve la pelea y el odio como algo normal y eso va a traer mayores repercusiones en el tiempo. Debemos comportarnos en casa como lo haríamos en el exterior, ser respetuosos, ayudar y apoyar a quienes lo necesiten y seguir las reglas, para así construir un mejor país.

3 comentarios:

  1. Excelente artículo. No nos dejemos arrebatar lo mejor de nuestro ser venezolano. Miguel Perozo

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  2. Excelente artículo. No nos dejemos arrebatar lo mejor de nuestro ser venezolano. Miguel Perozo

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