La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
@johavillasmil
Venezuela es un país de migrantes, en sus
orígenes nuestra población era constituida por españoles, africanos e indígenas
quienes se mezclaron para obtener al venezolano de hoy en día. Los años pasaron
y dictaduras en otros países hicieron que muchos huyeran a una nación próspera
como la nuestra en busca de mejores posibilidades, así como también muchos
venezolanos en épocas de las dictadura militares y en la actualidad, huyeron de
la nación en busca de mejores aguas. Es por todo ello que debemos entender a
los otros migrantes, especialmente a los que se encuentran en nuestro
territorio y no tratarlos como lo han hecho con los Colombianos en la frontera.
La inflación en Venezuela junto al
control de precios ha hecho de la situación actual un escenario perfecto para
aquellos que ganan en otra moneda, porque al pisar tierra venezolana todo se
vuelve extremadamente económico para ellos. Por consiguiente esto originó un
negocio de contrabando de los productos regulados en la frontera ejercicio por
extranjeros y por venezolanos.
Después de muchos meses con esta
situación el gobierno venezolano decidió actuar al respecto y en un primer
lugar cerrar el punte Simón Bolívar que conecta a San Cristóbal (Venezuela) con
Cúcuta (Colombia), esperando que con ello se acabara el contrabando y por lo
tanto la escasez en este sector. Lo cierto es que hay varias cosas preocupantes
al respecto porque si cierran una vía que esta tan custodiada como el puente
Simón Bolívar quiere decir que debe haber ayuda por parte de los militares
Venezolanos para que exista este contrabandeo, además con el cierre de la
frontera la economía se ve afectada y a su vez los ciudadanos.
En una segunda instancia decidieron
deportar a todos los colombianos que desde hace muchos años se han situado en
la frontera. Esta medida se tomó como una supuesta lucha contra el contrabando y
el paralitarismo, pero lo cierto es que estas personas tienen años viviendo en
este lado del río y esta no es una respuesta al problema.
El editor del área internacional del
diario El Tiempo de Colombia, Eduard Soto, explicó que esos colombianos
deportados tienen papeles venezolanos que fueron entregados en su momento por
el presidente Chávez para que en épocas de elecciones votaran por él y junto a
ello las casas que hoy en día está destruyendo la Guardia Nacional, fueron
parte de un regalo de Chávez a estos Colombianos, entonces esta acción es una
doble moral del gobierno.
Es cierto que desde que la frontera se
encuentra cerrada las colas para la gasolina en San Cristóbal se han disminuido,
pero esto no es una verdadera solución a los problemas de escasez que vive el
país que además no solo se encuentra en la frontera.
Para el ciudadano común, aquel que se
siente ofendido por el maltrato a los derechos humanos de los colombianos en la
frontera le es muy importante que nuestros vecinos sepan que no todos somos el
gobierno de Venezuela, es decir, no todos apoyamos estas atrocidades cometidas
contra colombianos quienes no tienen la culpa de lo que ocurre en el país.
El Colombiano está muy indignado con lo
que ha sucedido con sus compatriotas en la frontera y esto puede generar un
odio contra todos los venezolanos. Otro problema con respecto a ello es que las
relaciones entre ambos países están colgando de un hilo y es Venezuela quien se
verá más afectado por ello. El presidente Maduro informó en días pasados que no
abrirá la frontera hasta que se den ciertas condiciones mínimas para eliminar el
contrabando, pero esta realmente no es la situación. Desde aquí le pido
disculpas a todos los colombianos a quienes le violentaron sus derechos humanos
en la frontera y les destruyeron sus hogares que con mucho esfuerzo montaron a
través de los años.
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