La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
Según la
Biblia la mujer es un ser hermoso que salió de la costilla del hombre. Según
los hombres venezolanos la mujer es bella y fuerte. Según mi padre la mujer es
indispensable en una familia. Según mi opinión la mujer es emprendedora y ha
luchado para lograr posicionarse en el mundo. Todo esto suena muy hermoso y es
que dentro de nuestra cultura la mujer juega un papel fundamental y es
reconocida por ello; pero en otros lugares no sucede lo mismo. En algunas
culturas a la mujer se le ve como un objeto, y esta tiene dueño, que en primer
lugar es el padre y luego pasa a ser del mejor postor. Para mí, que lucho
porque nuestros derechos sean reconocidos, esto es una abominación.
Estas personas
como se creen ser dueños de sus mujeres, les hacen lo que quieran y si en algún
momento su pareja no esta de acuerdo, pueden amedrentar contra ellas.
Un ejemplo de
esto es una joven que explica que un día su prometido la fue a visitar y le
dijo que salieran a caminar, ella no quería, el insistía e insistía pero ella
no quería salir; así que el hombre molesto le dice que vaya a buscarle agua,
cuando vuelve de la cocina, su novio le lanzó ácidos por todo el rostro; sus
vecinos inmediatamente la llevaron a emergencias. Este acto la dejó marcada de
por vida con severas quemaduras por toda la cara. Después de esta experiencia
fue difícil para ella reincorporarse a su vida normal, pero con la ayuda de
Mussarat Misbah y su nuevo trabajo en el salón Depilex, todo fue más sencillo.
La encarga de
crear este salón fue la Paquistana Mussarat Misbah. El primer salón que abrió
fue en 1980, en la ciudad de Karachi, Pakistán. La importancia de este famoso
salón radica en que las mujeres que laboran allí fueron victimas de violencia
de género, cuyas parejas les lanzaron ácidos al rostro, dejándolas con marcas
de por vida.
La idea de
contratar a mujeres victimas de quemaduras en el rostro por parte de sus
parejas surge cuando una mujer con la cara desfigurada por los ácidos que le
arrojaron entra a Depilex y le pide ayuda a Mussarat, ella sorprendida decide
hacer algo, y coloca un anuncio en el periódico para que las mujeres con casos
similares se presentaran por su salón, y así poderles dar un lugar de trabajo y
un ambiente distinto, donde se pudieran sentir cómodas y hermosas; y así no
solo ayudar a aquella mujer, sino a muchas más.
A demás de
crear un lugar de trabajo donde estas mujeres victimas puedan sentirse cómodas,
en colaboración con un equipo de doctores de Francia e Italia, creó la
“Fundación Sonríe Otra vez (Smile Again Foundation)”, donde le provee a estas
sobrevivientes el apoyo psicológico necesario para la reincorporación al mundo,
también el apoyo médico para la reconstrucción de sus rostros y las educan para
que luego trabajen.
Este salón
actualmente se encuentra en las ciudades más grandes de Pakistán y los Emiratos
Árabes, y es muy famoso, tanto por el gran trabajo que hacen las mujeres que
allí laboran, como por la historia de cada una de ellas.
La labor que
realiza Mussarat dentro de esa cultura me parece digna de admiración, no muchas
mujeres de allí se atreverían a hacer lo mismo, porque ellas viven con miedo y
las educan de tal forma que ellas también piensan que tienen dueño. Dentro de la
ley se le da impunidad a los hombres que le hacen atrocidades a las mujeres,
con solo pedirles disculpa quedan libres de todo cargo si son jefes de familia.
Nunca entenderé porque las mujeres de culturas así se dejan maltratar, es hora
que ellas mismas den un alto, porque una mujer vale tanto como un hombre, no
importa de la cultura, el país o la raza que sea. Así que si eres un hombre
respeta a las mujeres, y si eres una mujer respétate a ti misma. Recuerda que
tu tienes derechos.
Los
quiere Joha
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