viernes, 18 de marzo de 2011

Japón necesita que el resto del mundo sea su mejor amigo

La Expresión del Teenager

Johanna Villasmil

La madre naturaleza puede ser nuestra mejor amiga o nuestra peor enemiga, para Japón en estos últimos días ha sido su peor enemiga, después de vivir un terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter y un tsunami, que ha sido la peor tragedia que vive Japón desde la Segunda Guerra Mundial.

A las 2:46 minutos de la tarde en Japón ocurrió un terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter, cuyo epicentro fue localizado a cuatrocientos kilómetros de Tokio y a unos treinta y dos kilómetros de profundidad. Fue tan poderoso este terremoto que movió a Japón de tres a cuatro metros hacía el este, siendo un fenómeno frecuente de los “Megaterremotos”, que son los que ocurren en zonas de subducción, en los límites convergentes de las placas tectónicas, donde una se hunde para colocarse debajo de la otra. En Japón la ruptura fue de unos 500 kilómetros de longitud, y durante los aproximadamente 200 segundos que duró el terremoto, las placas se rozaron una con la otra, y como promedio se distanciaron unos 10 metros. Un resultado de los movimientos de las placas tectónicas en Japón fue que la altitud de la zona costera descendió en unos 60 cm, lo cual permitió que el tsunami generado tras el terremoto avanzara más rápido y más adentro del territorio. Además, el fuerte sismo inclinó el eje de la Tierra unos dieciséis centímetros.

Van cerca diez mil personas entre muertos y desaparecidos, a raíz del sismo que puede ser el más costoso de la historia, dejando pérdidas de casi cien mil millones de dólares, cálculo realizado por Eqecat, una compañía especializada en el cálculo de riesgos ante catástrofes. Por si no fuera poco, las bolsas de Asia y la moneda japonés, el yen, cayeron como consecuencia del terremoto y tsunami.

Japón es un país que posee varias plantas nucleares, la central nuclear Fukushima, en el nordeste de Japón, tiene tres de sus reactores averiados tras el terremoto y el posterior tsunami. De los cincuenta y cuatro reactores de Japón, once fueron apagados debido al terremoto. El Organismo Internacional de la Energía Atómica explicó que las radiaciones emitidas en el país asiático son limitadas, debido a que los blindajes de contención han impedido que emanaran grandes cantidades de sustancias radiactivas al medio ambiente. Las autoridades japonesas están intentando inyectar agua marina a presión en los reactores para enfriar el material radiactivo, después de que los tres métodos de contingencia para enfriar los reactores fallaron, y aseguran que la cantidad de radiactividad liberada en forma de vapor para rebajar la temperatura, ha sido relativamente modesta, a pesar de eso se ha conseguido niveles de reactividad en los suministros de agua potable cercanos a la zona de la central nuclear. La agencia nuclear de la ONU catalogó como "muy poco probable" la posibilidad de una catástrofe comparable a la de Chernóbil.

Internet y las redes sociales han sido muy útiles a la hora de buscar información tras la catástrofe en Japón. El buscador Google se ha alzado como la herramienta más usada en la web para difundir imágenes satelitales del impacto del tsunami, a través de Google Earth, así como encontrar personas desaparecidas, y en Google Maps también se pueden encontrar los mapas de los refugios para los damnificados. Si deseas colocar algún comentario de solidaridad en twitter, puedes usar el hashtag #prayforjapan.

No todo lo ocurrido en Japón va a traer cosas malas, porque tras la catástrofe la energía renovable en el país asiático y en el resto del mundo, será impulsada, representando un punto menos de contaminación para la tierra. Los planes que se tenían en nuestro país para construir un reactor nuclear fueron congelados, como lo expresó el Señor Presidente de la República, en una alocución, donde manifestó respaldo, solidaridad y condolencias al pueblo Japonés. No es fácil por lo que está pasando Japón, al igual que no lo fue ni para Haití, ni para Chile con sus terremotos. En Venezuela lo que debemos hacer es orar por ellos y ayudarlos en lo posible, porque cuando la madre naturaleza es tu peor enemiga, necesitas que el resto del mundo sea tu mejor amigo.

Los quiere Joha

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