La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
@johavillasmil
laexpresiondelteenager.blogspot.com
Un sueño siempre comienza con una idea.
Una idea que se ve pequeña y muy difícil de alcanzar, con la que después de
haber subido algunos escalones, te das cuenta que se ha transformado en toda
una meta y no descansarás hasta verla realizada. Martín Luther King no se
despertó un día con ganas de movilizar a las personas de color y gritarles que
tenía un sueño. El también empezó con una pequeña idea al ver lo poco que eran
respetados sus derechos simplemente por ser una persona con un color distinto.
Para que una idea se convierta en un
sueño y este en una realidad es muy importante conocer tú entorno, saber cuales
son las problemáticas a tú al rededor y cuales son las que puedes mejorar.
Martín Luther King observó su entorno y fue ahí cuando supo cual era su idea.
Como joven venezolana puedo ver más de
cerca los problemas que nos afectan, de inseguridad, de futuro, de trabajo,
entre otros. Pero más que eso puedo ver que la proporción de jóvenes uniendo
fuerza con adultos en el manejo del país no aumenta con respecto al crecimiento
de la población. Entonces ¿por qué si lo jóvenes somos más de los que hemos
sido nunca, no representamos siquiera 1/3 de las personas que ocupan cargos
públicos en Venezuela?
Resulta que no solo en el país, sino en
el mundo, existe un gran estigma que los jóvenes no tienen suficiente
experiencia y por lo tanto no están preparados para asumir cargos públicos, o
que no tienen la suficiente responsabilidad para hacerlo. En el pasado ha
quedado demostrado que los jóvenes son los que dan la cara por las naciones y
son los que han arriesgado su vida para combatir contra gobiernos tiranos, ¿por
qué si nos dan la responsabilidad de luchar en guerra no nos dan la oportunidad
luchar por cargos públicos?
Tal
vez no sean muchos actualmente los jóvenes en el país que se sientan
entusiasmados por formar parte de la vida política de la nación debido al gran
trabajo que ello amerita y porque nunca se ha creado el incentivo dentro de la
población. Muchos ven añora con ocupar cargos públicos algún día, pero no se
plantean hacerlo en el hoy porque no saben que pueden hacerlo.
La
mayoría de cargos públicos en Venezuela tienen una edad muy baja requerida, por
ejemplo: para ser diputado solo debes tener veintiún años. Pero cuando le
preguntas a los ciudadanos nadie sabe esto porque acostumbramos a ver personas
con cierta edad ocupando el puesto. ¿Qué pasaría si un joven de veintidós años
se postula para diputado? La sociedad lo vería como un niño que está jugando a
ser adulto, más no verían sus antecedentes o el trabajo que ha venido
realizando durante los últimos años, simplemente pensarían que es un recién
graduado y que aún le falta para poder aspirar a ese tipo de cargos.
Los
jóvenes tenemos que quitarnos el estigma de encima y para poder hacerlo es
necesario que nos informemos, que nos eduquemos y que se brinden las
posibilidades para todos por igual. El cambio lo tenemos que comenzar nosotros
porque para los adultos va a ser muy difícil el vernos como iguales. Los países
necesitan una nueva cara, ideas frescas, personas que se preocupen porque salga
adelante debido a que su futuro depende de ello. Yo quiero vivir en un país
donde los jóvenes preparados tengas las mismas posibilidades que un adulto
preparado, donde existan competencias académicas para ocupar los puestos
públicos, y donde los sueños se puedan volver realidad.
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