domingo, 2 de noviembre de 2014

Venezuela en las sesiones de la CIDH

La Expresión del Teenager


Johanna Villasmil
@johavillasmil

“Los gobiernos pasan, pero la lucha por los derechos humanos queda” Paulo Vannuchi, comisionado de Brasil.

La Organización de Estados Americanos (OEA) tiene diversas oficinas que se encargan de trabajar entorno a los pilares de la organización, entre ellas se encuentra la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH), que es un órgano autónomo encargo de la protección y promoción de los derechos humanos en la región americana y actúa además como órgano consultivo de la OEA en la materia.  

Del 23 de octubre al 7 de noviembre del presente año la CIDH esta realizando su 153 período de sesiones. El pasado martes 28 de octubre en horas de la tarde fue el turno de Venezuela para tratar tres temas: la situación general de los derechos humanos, la situación de la independencia judicial, y la situación del derecho a la libertad de expresión y el acceso a la información.

La dinámica para las audiencias consistía en que se le daba 20 minutos a los peticionarios para hablar sobre su tema, seguido de 20 minutos al Estado, después se hacían una serie de preguntas u observaciones por parte de los comisionados y posteriormente peticionarios y Estado tenían 3 minutos para responder a esas preguntas.

La OEA siempre ha sostenido que la solución para todos los conflictos entre oposición y oficialismo es el diálogo, lo cual podría ser cierto si este se diera con disposición. En los 3 minutos de respuestas a preguntas del primer tema, situación general de los derechos humanos, el Estado los utilizó para alegar que no tenía sentido que le dieran el mismo tiempo a una ONG que a un Estado, me pregunto ¿eso es disposición al diálogo?

Entre los comentarios que hicieron los comisionados al país se encontraban algunos relacionados con que no han permitido una visita oficial para evaluar la situación nacional desde 2003, año en que la CIDH publicó un informe sobre los derechos en Venezuela. La respuesta de los representantes del Estado fue que los derechos humanos no eran algo turístico. Además alegaron que todas las acusaciones que se hacían al país eran basadas en notas de prensa, pero es que esta es la única manera en que la comisión tiene acceso a la información.

El tema de la libertad de expresión y el acceso a la información fue para mí el más importante. Entre lo que comentaron los peticionarios se encuentra que ha habido 315 casos de violaciones a la libertad de expresión en el año, 85 casos de agresiones a periodistas, entre otras cifras que traen como consecuencia que “gana el silencio, gana la inhibición”. La respuesta del Estado ante este tema se concentro en que primero muchas de las acusaciones que estaban realizando guardaban relación con la empresa privada y esta no violenta derechos, lo cual es totalmente cierto, y que no se han agotado las instancias nacionales para acudir a un ente internacional como la CIDH, lo que también es cierto.

En lo particular yo considero que si existe libertad de expresión en Venezuela, pero lo que realmente ocurre es que los periodistas por miedo dejan de decir algo y los medios por miedo despiden a periodistas e impiden que se publiquen ciertos artículos, entonces la realidad es que la libertad de expresión se cuarta por el miedo que tiene la población. Si el país no quiere que se realicen estudios en base a noticias, es hora que permita la visita de la CIDH. Ahora toca esperar a que la comisión presente los informes con respecto a cada una de las sesiones y ver cuales son las conclusiones que va a arrojar en cuanto a la situación venezolana.  


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