sábado, 6 de septiembre de 2014

Las mujeres también están detrás de las rejas

La Expresión del Teenager


Johanna Villasmil

El tema penitenciario en el país siempre ha sido un tema polémico y lleno de problemáticas, aunque a veces opacado por los problemas económicos y sus derivados. En la actualidad el hacinamiento ha alcanzado la cifra del 190% según el Observatorio Venezolano de Prisiones; en los últimos meses han habido numerosos enfrentamientos dentro de las mismas, un hecho que ya no parece extraño, que ha dejado un saldo de 150 reos muertos en cárceles venezolanas en el primer semestre de este año; entre otros hechos que dejan ver de forma clara la problemática existente.

Por medio de un curso sobre derechos humanos que realicé en Internet tuve la oportunidad de conocer a una defensora de los DDHH quien ha dedicado su vida a estudiar la situación penitenciaria de las mujeres en su país, Perú, lo que me hizo pensar con respecto a la situaciones que vivimos en el nuestro, en una nación en donde siempre se ha hablado de reos y no de reas, y hasta a veces olvidamos que las mujeres también se encuentran en esta situación y atravesando mayores dificultades que los hombres.

Según un estudio realizado por la Organización no Gubernamental “Una Ventana a la Libertad”, de los 34 recintos carcelarios solo uno es de mujeres, además existen 14 anexos femeninos en algunas de las cárceles de hombres. Ellos consideran en ese estudio que la situación carcelaria del país se resolvería poniendo en práctica el artículo 272 de la Carta Magna, en donde la clave se encuentra en la descentralización.

La coordinadora de los Estudios de Género del Instituto de Filosofía de la universidad LUZ, explica que aunque la mujer venezolana presenta una conducta delictiva mucho menor que la masculina, está sometida a un sistema donde la discriminación y la violación de sus derechos humanos se manifiesta a diario, porque rompe con ese modelo de buena mujer impuesto en una sociedad patriarcal.

Humberto Prado directo del Observatorio Venezolano de Prisiones, explica que “a nivel penitenciario, la mujer está muy marginada y no presenta igualdad de condiciones en comparación con el hombre”.

La violación de derechos a la mujer con referencia al asunto penitenciario va más allá que eso, como olvidar que hace algunas semanas atrás hicieron desnudar a un grupo de mujeres, una frente a otra, que simplemente iban de visita a una cárcel de hombres. 

A nivel internacional existen una serie de reglas establecidas por las Naciones Unidas para el tratamiento y medidas no privativas de libertad para las mujeres delincuentes, también llamadas Reglas de Bangkok. Esta fue aprobada en diciembre de 2010 y es la primera legislación internacional que habla sobre la mujer reclusa y sus hijos. En ella se exponen estándares mínimos que deben tomarse en cuenta con respecto a los cuidados de dependientes dentro y fuera de la cárcel, problemas con el acceso a salud femenina, vulnerabilidad a maltrato físico y psicológico, entre otros.

A veces con tantas problemáticas que observamos a diario se nos olvida que pasa con las que no observamos y a pesar que estas personas hayan cometido malos actos continúan siendo ciudadanos de derecho. Las mujeres pueden ser víctimas de discriminación en cualquier área,  Los estatutos establecidos a nivel internacional y que son vinculantes para los estados miembros, deben ser llevados acabo de manera obligatoria por los mismos, pero el mayor problema después que se crean es el darles seguimiento en cada uno de los países, esto es lo que ocurre por ejemplo con las Reglas de Bangkok. La situación carcelaria es realmente preocupante tanto con respecto al trato a las mujeres como al trato a los hombres. Las prisiones deben ser lugares para la mejora de los ciudadanos y por el contrario en Venezuela son lugares donde se incrementa la violencia.


Los quiere Joha

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