sábado, 30 de julio de 2011

La inflación y falta de camas, son los culpables del alto costo de la salud

La Expresión del Teenager

Johanna Villasmil

En un país donde los ciudadanos tienen una vida digna, donde alcanzar tus sueños pueda ser tangible y donde la inflación no haya acabado con el ahorro de las personas, debe ser una opción perfecta para vivir. En Venezuela lamentablemente no estamos así, el Gobierno no se preocupa por el progreso de los ciudadanos, por ello, no les brinda los recursos a ciertas entidades públicas para que funcionen correctamente, en lugar de eso, trata de acabar con el sector privado, para que haya una igualdad en el País, y así todos vivamos en mediocridad. Una muestra clara de esto, es la nueva Ley de Costos y Precios, que entró en vigencia el 25 de julio del presente año y la presión de la Alianza Interinstitucional, donde se verán afectados muchas empresas privadas, porque a pérdida nadie va a trabajar, y lo que vamos a encontrar es escasez, al igual que en los últimos años, como sucede con los productos regulados.

Las clínicas son las primeras que van a sufrir esta regulación, que no es a través de la Ley de Costos y Precios Justos, sino a través de la presión ejercida por diez empresas del Estado, que se unieron en la denominada “Alianza Interinstitucional”, quienes elaboraron un baremo de precios, sin tomar en cuenta la opinión de los expertos en el tema de las clínicas privadas, diciendo que beneficiará a 4,6 millones de ciudadanos. El Gobierno habla de que cerca de 4,6 millones de usuarios que se beneficiaran con la entrada en vigencia de una tabla que establece mínimos y máximos de los costos de los servicios de atención médica en las clínicas privadas. Dos puntos interesantes hay con esta información, el primero es que la población a la hora de la verdad no se va a ver beneficiada en lo absoluto, debido a que el nivel de atención de las clínicas va a decaer, al igual que la inversión en nuevos equipos; segundo, el hecho que beneficiaría a los 27 millones de venezolanos, es el mejoramiento de la medicina pública. El total de camas que hay en el país es aproximadamente 45 mil, solo 5 mil de estas corresponden a la atención privada y esta cantidad de camas, no satisface la demanda de la población venezolana. "La pretención de imponer un baremo de precios de los servicios y honorarios médicos, totalmente alejado de la realidad, sin concertación previa de las partes involucradas en un asunto tan importante como lo es la asistencia médica privada, es económicamente inviable y de aplicarse terminará con la actividad de los centros de salud privados en un lapso de seis meses", consideró Carlos Jaime, miembro de la Asociación de Clínicas y Hospitales y de la Sociedad Médica del Centro Clínico San Cristóbal.

Las personas que asistimos a entidades de salud privadas, vemos con nuestros propios ojos que el costo para los usuarios es elevado, pero esto no es porque los dueños, desean robarnos nuestro dinero y darnos un servicio mediocre. Las clínicas de cada 100 BsF que obtienen, un 45% va al personal, un 30% gastan en el funcionamiento del establecimiento, un 20% para comprar insumos y así ofrecer calidad en sus servicios y solo un 5% le queda de ganancia a la clínica. Vivimos en un país donde la inflación está acabando con los bajos costos, ¿cómo va a hacer una clínica, que una cama de uso médico le cuesta entre 15 mil y 30 mil dólares, para subsistir, si le regulan sus ingresos? A mí me parece imposible.

Si el Gobierno quisiera acabar con las clínicas privadas en el país, es muy sencillo lo que debe hacer, mejorar los hospitales. Si un país tiene hospitales dignos, donde te dan las atenciones necesarias, donde te brindan todos los servicios, que esté lleno de insumos y demás, las personas no se van a ver en la necesidad de dirigirse a una clínica, porque uno es inteligente y escoge siempre lo mejor y lo más económico, pero al ver como están las entidades de salud pública en este país, lo que da es lástima. En lugar de andarse preocupando de colocarle impedimentos a las clínicas para que funcionen con regularidad, deberían trabajar en mejorar los hospitales, eso es lo que hace un buen Gobierno. En Venezuela hay médicos muy bien preparados, que dejan en alto al país, pero no hay un sistema público hospitalario digno, ni los insumos para que estos hombres y mujeres laboren como es debido. La Alianza Interinstitucional, debería es crear condiciones para que se produzcan el material médico quirúrgico y los medicamentos en el país, y no estar sujeto a los cambios que pudiera tener el dólar, por no lograra una estabilización monetaria, que lo que se traduce es en mayores costos de insumos, tanto para el sistema de salud público, como el privado.

Los quiere Joha

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