La Expresión del Teenager
El venezolano se ha caracterizado en la
historia por ser una persona amable, simpática, colaboradora y más,
características que nos hacen diferenciar de otras nacionalidades. Lo cierto es
que estas características han cambiado en los últimos años, el odio se ha
apoderado de nuestra vida, haciendo que no podamos convivir con nuestros
compatriotas. Nuestro día a día se ha convertido en una situación de pelea y supervivencia
del más fuerte. Si las cosas no salen a nuestro parecer la única solución que
podemos encontrar es insultar y hasta lastimar a otros.
Nuestra identidad y características como
venezolanos se ha visto afectada por muchos motivos; entre los que se
encuentran la situación económica que nos impide tener cierta calidad de vida,
la inseguridad que nos ha usurpado los pocos bienes materiales que hemos
adquirido através de los años, la violencia que se ha llevado la vida de
inocentes, las pocas oportunidades que nos impiden desarrollarnos
profesionalmente, el miedo que se ha llevado nuestras ganas de luchar por los
sueños y la ideología política que nos tornado en contra los unos a los otros.
El historiador venezolanos Tomás Straka,
explicó en un importante programa radial que “muchas de las cosas que los
venezolanos creíamos que éramos o con las que nos identificamos por mucho
tiempo, el día de hoy ya no parecen corresponder a nosotros… Nosotros estábamos
convencidos que éramos el país más rico de América… pero después pasamos a los
más pobres del vecindario. Nosotros sentíamos que éramos un país prototipo en
términos de justicia social, pero nos encontramos con que somos mucho más racistas
de lo que nos imaginábamos.” Puntos como estos lo que nos hace preguntarnos qué
pasó con nuestra historia, será que todo lo que nos han contado de quienes
somos es una mentira, y por eso es que hoy mostramos nuestro verdadero ser.
Lo que más me preocupa del cambio en nuestra
actitud es el efecto que tendrá en los niños, quienes crecen teniendo como
ejemplos a adultos malhumorados que insultan a todo aquel que se le cruza en la
calle y quienes en vez de tomar acciones justas, buscas el método más corrupto
para resolver sus problemas. La generación actual ha formado su identidad
escuchando las historias de familiares y siguiendo sus ejemplos de lucha por
Venezuela, en cambio la próxima generación se va a formar una identidad
distinta, llena de odio.
Es triste observar que cuando salimos del país
volvemos a ser los mismos venezolanos simpáticos y colaboradores, apoyando a
nuestros compatriotas que también deciden emigrar. Es decir, que el odio solo lo
llevamos en nuestro territorio, y es allí donde más nos deberíamos preocupar
por crear un ambiente agradable.
Durante estos últimos años no todo ha sido
malo, los momentos difíciles nos han enseñado a valorar las cosas pequeñas,
apreciar la vida, agradecer cada plato de comida y aprovechar cada momento que compartimos
con nuestros seres queridos. Esto no quiere decir que justifico las decisiones
que ha tomado el Estado, por el contrario las critico porque tampoco su labor
es de ser padre o madre para estarnos enseñando lecciones de vida.
No podemos permitir que una ideología dañe todo
lo que hemos construido a lo largo de los años, incluyendo nuestras
características como ciudadanos. Se que es muy difícil, pero debemos ser
fuertes y tratar de afrontar estos momentos tan complicados con la mejor cara.
Estamos criando a una sociedad que ve la pelea y el odio como algo normal y eso
va a traer mayores repercusiones en el tiempo. Debemos comportarnos en casa
como lo haríamos en el exterior, ser respetuosos, ayudar y apoyar a quienes lo
necesiten y seguir las reglas, para así construir un mejor país.
Excelente artículo. No nos dejemos arrebatar lo mejor de nuestro ser venezolano. Miguel Perozo
ResponderEliminarExactamente, muchas gracias por tu comentario.
EliminarExcelente artículo. No nos dejemos arrebatar lo mejor de nuestro ser venezolano. Miguel Perozo
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