La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
@JohaVillasmil
Es indudable el poder que ejerce Estados
Unidos en el mundo entero, en especial en el continente Americano, es por ello,
que sus próximas elecciones presidenciales son un tema de interés para todo el
planeta.
Todo apunta a que Estados Unidos puede
tener un presidente republicano ocupando la Casa Blanca a partir del próximo
año, porque históricamente después que un Presidente republicano o demócrata
alcanza dos periodos, el mandatario que lo precede es del partido contrario,
así como también, cuando el Congreso cambia a mayoría Republicana, como ejemplo
del caso actual, en las siguientes elecciones presidenciales gana alguien del
mismo partido.
Donal Trump es un magnate estadounidense,
estrella del reality El aprendiz y candidato presidencial encabezando los
resultados de las primarias por el partido republicano. Conocido
internacionalmente por ser un multimillonario con negocios alrededor del mundo.
Existe una posibilidad muy real con
respecto a que Donald Trump sea el próximo presidente de Estados Unidos, porque
se ha dirigido a un público que se siente ignorado y marginado por los
candidatos de ambos partidos, junto con que se le han sumado personas que no se
identifican con ningún de los partidos y republicanos que están de acuerdo con
su discurso. Entonces es momento de pensar qué pasará si Trump gana las
elecciones de Estados Unidos.
Los primeros cien días de un nuevo
mandato suelen ser definitorios, porque es cuando se toman las decisiones de
cambio y se marca el rumbo de lo que serán los próximos años. Muchos expertos han asegurado que se podría
reforzar la relación con el gobierno Ruso, y dañar las relaciones con algunos
de los aliados más fuertes, como Alemania y Japón. China es uno de sus rivales
económicos que observa Trump, porque asegura que ese país se aprovecha de los
actuales líderes que exportan demasiado barato.
Brian Balogh, historiador de la
Universidad de Virginia, expuso para un medio online, que entre los mayores
desafíos que tendría Trump como presidente, se dará en el ámbito de los
negocios porque “al mundo financiero no le gustan los presidentes provocativos
que alteran a la gente. A Wall Street, a la bolsa de valores, a todos ellos les
gusta saber cuál es la posición del presidente. No creo que un político que
esté como loco por todas partes sea querido por las grandes compañías.”
Trump ha prometido construir un muro de
1.000 millas a lo largo de la frontera con México, imponer un impuesto del 35
por ciento a las importaciones de automóviles fabricados en México, deportar a
11 millones de inmigrantes indocumentados, establecer un arancel del 45 por
ciento a los productos chinos y evitar que los musulmanes entren al país, solo
por nombrar algunos puntos.
Economistas estadounidenses indican que
estas medidas producirían un aumento en el precio de los productos en Estados
Unidos, desde los autos hasta los vegetales, y acabará con más puestos de
trabajo de los que ayudará a crear.
Partidarios de Trump han descartado
muchos de los argumentos expuestos porque alegan que una vez sea electo va a
flexibilizar sus posturas, pero no existe ninguna certeza que esto ocurra. Para
los latinos que se encuentran en Estados Unidos buscando el “sueño americano”,
Trump representa una amenaza y un impedimento para que sus metas se cumplan.
Uno de los problemas de escoger un presidente que viva del mundo de la farándula
radica en que las personas se van a aburrir de él, como se aburren de cualquier
programa, y este se radicalizará cada vez más para mantener a su audiencia.
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