La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
@johavillasmil
Me siento afortunada como mujer de vivir
en un país como Venezuela, a pesar de las diversas problemáticas que tenemos. Porque
como periodista y amante del conocimiento, me he dado cuenta de la situación en
la que se encontraban las mujeres en épocas anteriores, y también en la que se
encuentran muchas en otras naciones en la actualidad, en donde no tienen ni
libertades ni derechos.
Con los avances que hemos obtenido, en la
actualidad una mujer debería poder salir a la calle en búsqueda de trabajo y
que al momento de ser evaluada se observen sus habilidades y experiencia, más
no su género. Debería recibir un pago igualitario al de un hombre por
desempeñar una misma labor. Debería poder salir a las calles sin miedo a ser
víctima de violencia por ser considerada el sexo débil. Y debería sentirse
segura y apoyada en su propio hogar. Pero según organizaciones como la Entidad de
Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, y
la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, esto no ocurre así.
Lamentablemente aún queda mucho camino
por recorrer para alcanzar la equidad en todos los sentidos. Poniendo como
ejemplo a Venezuela, las mujeres en edad fértil no reciben tantas oportunidades
laborales como los hombres, debido a que existen leyes que benefician en exceso
a una mujer que sale en estado, lo que coloca en desventaja a los empleadores,
y que por lo tanto haga que prefieran contratar a un hombre con menos
capacidades y experiencia, que a una mujer.
Por otra parte muchos estudios han
demostrado que la mujer no recibe el mismo salario que un hombre por desempeñar
una misma labor. En América Latina los hombres ganan un 17% más que la mujer,
en un mismo puesto de trabajo.
Es más probable que una mujer, en un país
con mayores niveles de seguridad que el nuestro, sea víctima de violencia en
las calles por ser considerada un objetivo más sencillo de atacar que un hombre,
es decir, por ser considerada el sexo débil.
También, a pesar de los cientos de
campañas que se han creado a nivel mundial en pro de la no violencia contra la
mujer, aún 1 de cada 3 mujeres son víctimas de violencia en sus hogares. Además
las tecnologías han creado nuevas posibilidades de violencia psicológica,
sobretodo en las redes sociales.
El Día Internacional de la Mujer, que se
celebra cada 8 de marzo, es un momento para conmemorar las luchas que se han
realizado en el pasado y para recordar que aún queda un largo camino por
recorrer. Las mujeres son piezas fundamentales dentro del desarrollo de cada
nación, así lo han demostrado países que se esfuerzan por incluir a las mujeres
en la vida política y económica.
Con todo esto no me refiero a que se debe
tratar a la mujer como un ser superior al hombre, porque ahí también estaríamos
errados, sino que se brinden las mismas posibilidades para ambos géneros. La
esposa lava la ropa, trabaja, busca y lleva los niños al colegio, y hace
masajes de espalda, mientras que el esposo lava los platos, trabaja, busca y
lleva a los niños a la natación, y hace masajes de pie, todo es cuestión de
equilibrio.
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