Hace pocos días atrás el Secretario
General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, solicitó
activar la Carta Democrática Interamericana en Venezuela, debido a la
alteración del orden constitucional que vive el país. Este es un movimiento, que
aunque que no afecta directamente al gobierno venezolano, deja en manifiesto la
crisis existente en el país y demuestra que el poder que ha tenido la nación en
la región durante los últimos años, se está perdiendo.
Por medio de un informe que
hace referencia a la crisis de la nación, presentado el pasado lunes ante el Presidente
del Consejo Permanente de los Estados Miembros de la OEA, Almagro solicitó la
convocatoria del Consejo Permanente entre el 10 y 20 de junio para atender la
“alteración del orden constitucional” y cómo esta afecta “gravemente el orden
democrático” en Venezuela.
La Carta Democrática
Interamericana es un mecanismo que solo puede ser aplicado cuando dos tercios
de los países miembros de la OEA consideran, por medio del voto, que existe una
ruptura del proceso político institucional democrático o del legítimo
ejercicio del poder por un gobierno democráticamente electo.
De acuerdo con el artículo 20
de la Carta Democrática Interamericana, para aplicar la misma alguno de los
Estados Miembros o el Secretario General, deben solicitar una reunión del
Consejo Permanente para analizar la situación y adoptar las decisiones
diplomáticas o de buenos oficios que se estimen convenientes.
Una vez el mecanismo es
aplicado se puede acordar la suspensión temporal del Estado Miembro,
eliminando, por lo tanto, todos los derechos que tiene la nación al formar
parte de la Organización de Estados Americanos. Es importante destacar que la
aplicación de la Carta Democrática Interamericana no representa una vía directa
por la que otro país u organización puede ingresar o intervenir el territorio
nacional. Las Organizaciones Internacionales basan sus principios en los
ideales de la no intervención, soberanía e independencia de los Estados.
Desde hace varios años atrás,
dirigentes políticos de la oposición han venido solicitando que se aplique la
Carta en el país, pero para ese momento existía un conflicto de intereses de
los países miembros con respecto a la situación de Venezuela, porque los mismos
se estaban siendo beneficiados por regalos realizados por el Presidente y por
diversos convenios políticos.
El estado venezolano ha
rechazado la posibilidad de aplicar la Carta Democrática en Venezuela. En
respuesta a los comentarios emitidos por el Secretario General de la OEA, Luis
Almagro, el Presidente Nicolás Maduro indicó que el funcionado era "un
agente de la CIA, que conspira con Estados Unidos para una intervención en el
país".
Las veces que se ha aplicado
la Carta, desde su aprobación en el 2001, han sido con el apoyo del País Miembro
al cual se le estaba aplicando. Por lo que de ser aplicada en Venezuela, sería
la primera vez en la historia de la organización que se produzca un choque
entre el Estado y la OEA.
Los políticos venezolanos necesitan darse cuenta de la situación que estamos viviendo y que verdaderamente el orden democrático se ha roto en el país. No existe una certeza real que los Países Miembros de la OEA respalden la solicitud realizada por Almagro, porque a pesar que Venezuela ha perdido influencia en la Región, sigue teniendo aliados importantes que pueden evitar la activación de la Carta. Este mecanismo sería un golpe político muy fuerte para el gobierno venezolano, que dejaría a la nación al desnudo permitiendo que otros países tengan mayor certeza de la realidad tan terrible que estamos viviendo.
Los políticos venezolanos necesitan darse cuenta de la situación que estamos viviendo y que verdaderamente el orden democrático se ha roto en el país. No existe una certeza real que los Países Miembros de la OEA respalden la solicitud realizada por Almagro, porque a pesar que Venezuela ha perdido influencia en la Región, sigue teniendo aliados importantes que pueden evitar la activación de la Carta. Este mecanismo sería un golpe político muy fuerte para el gobierno venezolano, que dejaría a la nación al desnudo permitiendo que otros países tengan mayor certeza de la realidad tan terrible que estamos viviendo.
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