La
Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
@johavillasmil
Para este artículo continuaré con la
serie de los mismos que comencé a realizar hace tres meses, llamados “Venezuela
septiembre 2014 vs diciembre 2014”, en donde hago una comparación con respecto
al país que dejé y a la nación que conseguí. Para esta oportunidad trataré el
tema de seguridad, pero no solo a la referida a violencia, sino con respecto a
la seguridad que influye en los diversos puntos que nos hacen tener calidad de
vida.
Para comenzar están los niveles de
violencia en el país, desde enero a la primera semana de agosto se registraron
2.878 ingresos por homicidios a la morgue de Bello Monte, lo que daría un
promedio de 39 ingresos durante cada fin de semana entre estos meses. Durante el
primer fin de semana de diciembre hubo 61 ingresos a la morgue de Bello Monte,
lo que lo convierte en el fin de semana más violento que hemos tenido hasta la
fecha, casi el doble de lo que se venía registrando para agosto.
También se observa que la tasa de
desempleo y empleo informal se ubicaba en más del 60% para el mes de
septiembre. Lamentablemente desde ese mes no se han publicado nuevas cifras con
respecto a ello, pero si se conoce que Venezuela se encuentra entre los tres
países con mayor desempleo de la región.
Por otro lado está la seguridad al acceso
a la vivienda, en el artículo de septiembre traté el tema del acceso a ella por
medio de la Misión Vivienda Venezuela, pero me parece más acorde comentarles
que se necesitan en la actualidad 1.594 salarios mínimos para comprar una casa.
Sumado a ello, el vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria de Anzoátegui, José
Ramón De Los Ríos, explicó que “la oferta de las viviendas populares ha mermado
porque el monto de financiamiento máximo es de Bs 500 mil, mientras los
materiales para la construcción escasean y sus costos se elevan por encima de
la inflación”.
Otro punto importante que es necesario
señalar es la fuga de cerebros producto del no tener seguridad en ninguna área
de la vida. Según una encuesta realizada por datanálisis un 36% de los
venezolanos que residen en el exterior son licenciados, 46% posee una maestría,
12% doctorado y 4% son técnicos superiores universitarios. Lo que quiere decir
que la calidad de personas que más necesitamos en el país para salir adelante
son las que se están yendo. Sigue siendo además, la juventud la que en su
mayoría busca el irse del país a cursar una carrera o buscar un trabajo.
Lo más lamentable de las personas que se
van por la búsqueda de seguridad es que no planean volver, es decir, estamos
dejando ir nuestra calidad humana para que otros países se desarrollen,
mientras que nosotros seguimos aquí con mayor violencia, desempleo y menos
acceso a la vivienda.
Es realmente lamentable también ver como
todo ha empeorado en la nación y es muy preocupante observar que todos se están
comenzando a acostumbrar a ello. Después de pasar algunos meses en Washington
D.C, una ciudad ordenada, limpia y segura, llegar a Venezuela es un cambio
grande y realmente triste. Amo mi país, pero lo amaría más si todos nos
dedicáramos a respetar sus leyes.
En el próximo artículo finalizaré las
evaluaciones del país, al tratar las cifras con enfoque político, para así casi
finalizar el año observando como el país ha empeorado en tan solo tres meses.
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